Flotando en concreto

Hace unas semanas, cuando aun creía que nada de lo que me sucedía fuera verdad, mi tia me dijo algo muy cierto, algo que corroboré no una si no varias veces, especialmente hoy.
Que uno va caminando pero es como si flotaras, como si cada paso que dieras no lo estuvieras dando, que sin darme cuenta llegué a un lugar sin saber ni como ni a que horas, que los pies pesan pero los pasos flotan, que el sudor que recorre mi frente por el sol inclemente que abrasa el concreto que piso y mi piel desprotegida, llevo ropa, obvio, pero me siento desnuda, me siento incompleta, cada sonrisa es como si me la pagaran, como si fuera a fuerzas, contra mi voluntad.

Los pies me arden, no es sorpresa, no se que tenga pero no le tomé importancia hasta que llegué de nuevo a casa, a mi realidad cotidiana, a esperar una llamada que sonará y otra que tal vez nunca llegará, pero aun así sigo viendo el identificador de llamadas...

Estos días ha llovido, y me choca, hoy no me gusta la lluvia, porque me recuerda a ti, que te gusta tanto el agua, y aun así me salí un momento a mojarme, con los ojos cerrados y la cara elevada al cielo.


Flotando es como voy ahora, como si no existiera, casi podría atravezar las paredes, caerme sin que me doliera, porque... iba a decir, no sé por qué, pero creo que ahorita hasta las piedras saben "por qué"

Quiero creer en ti, creo en ti, pero hasta que no creas en ti mismo, en nosotros, en mi, seguiré flotando entre el concreto...